¿Cómo es posible que la terapia de la orina no haya sido adoptada oficialmente por la medicina convencional?

La orina desde tiempo inmemorial ha sido utilizada como instrumento de diagnostico (hasta el siglo pasado) y como agente terapéutico por parte de la medicina tradicional y ancestral.

Antes de la creación de la Terapia de la Orina, como sistema terapéutico por parte de John Armstrong, la eficacia de la orina como agente terapéutico individual había sido ampliamente demostrada no solo por parte medicina tradicional y ancestral, sino también por parte médicos convencionales actuando de modo individual en el contexto de la Primera Guerra Mundial. (Plesch J. Urine therapy. Med press, 1947; Autotherapy Charles H. Duncan 1918).

Y bien, cabe preguntarse ¿Cómo es posible que la terapia de orina no haya hace tiempo sido adoptada como un método terapéutico oficial por parte de la medicina convencional? Responder a esta pregunta es un poco complejo. Lo aclararemos y ampliaremos en otra sección.

De momento señalar que hay varios motivos. Fundamentalmente dos: toda invención o descubrimiento pasa por una larga fase hasta que es comprendida y aceptada.

Una de las condiciones para la adopción de una terapia por parte de la medicina oficial es que se explique, mediante una hipótesis o teoría, su modo de acción, no basta con que la terapia demuestre su efectividad.

Por otro lado, una posible causa más clara de que la Terapia de la Orina no haya sido todavía adoptada, es el hecho de que la Industria Farmacéutica no puede estar interesada en promocionar o investigar un procedimiento terapéutico sin coste para el paciente, y no susceptible de producir ningún beneficio económico a la industria.

No podemos culpar a las farmacéuticas. Investigar como exige el método científico requiere una gran inversión en tiempo y dinero, con lo que se puede entender que la Industria Farmacéutica no esté interesada en promover ni investigar tales terapias.

De modo similar, será difícil que un investigador que quiera investigar la eficacia de la orina, obtenga fondos para hacerlo.

En suma, no es fácil encontrar solución o culpables. Solamente el tiempo, y el empeño de algunos, como ya ha ocurrido con otros descubrimientos y avances, hará que se imponga la terapia, una terapia que tantas vidas puede salvar y que podía haber evitado que se perdieran muchas otras.

ARMSTRONG CREADOR DE LA TERAPIA DE LA ORINA

La auto-terapia de orina como sistema de medicina alternativa fue creada por John W. Armstrong a principios del siglo XX, quien publica su libro “Terapia de la Orina” en 1944

El libro de Armstrong tuvo una amplia repercusión en todo el mundo e inspiró numerosos estudios y publicaciones.

EFICACIA Y MODO DE ACCIÓN DE LA ORINA

EFICACIA VS. MODO DE ACCIÓN

La eficacia o ineficacia de una terapia o medicamento solo puede comprobarse tras la utilización real de la misma. Ninguna teoría o hipótesis, por muy bien elaborada que este, puede predecir ni avalar de antemano la eficacia de una terapia determinada. En este sentido, y al final de cuentas, muchas veces, incluso para medicina convencional, el “modo de acción” de una terapia determinada queda definido y explicado por su eficacia comprobada.

ARMSTRON Y LA MEDICINA NATURISTA

Armstrong admite que la “medicina natural”, basada en favorecer el poder auto-curativo del organismo, ha jugado y sigue jugando un papel fundamental en la curación de muchas enfermedades frente a las cuales la medicina convencional había fracasado.

Sin embargo, y conforme a la propia experiencia personal de Armstrong, la medicina natural no va suficientemente lejos en los procesos curativos y también a menudo fracasa. Así, la naturopatía no contemple la regeneración de órganos y tejidos cuyo desgaste se acrecienta con la enfermedad, especialmente con las enfermedades “consuntivas” como la tuberculosis o el cáncer.

REGENERACIÓN DE ÓRGANOS Y TEJIDOS

Según Armstrong la regeneración de órganos y tejidos solo puede conseguirse mediante la elaboración de una terapia ancestral, desarrollada por el mismo y basada en la utilización exclusiva de la propia orina con fines terapéuticos. Terapia de Orina, practicada con notable éxito sobre el propio Armstrong y sobre miles de personas. Muchas de esas personas, al igual que el propio Armstrong, estaban aquejadas de enfermedades que habían sido calificadas de “incurables”, que no obstante se curaron.

La Terapia de la Orina, desarrollada por Armstrong, fundamentalmente consiste en un ayuno a base de la propia orina y agua (según necesidades), acompañado de frotaciones diarias de orina por todo el cuerpo. El aspecto más novedoso y revolucionario de la terapia, es que según Armstrong la orina tiene la capacidad (las substancias que la componen) de regenerar órganos y tejidos. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede saberlo Armstrong?

ARMSTRONG SE SOMETE A UNA SERIE DE TRATAMIENTOS CONVENCIONALES Y ALTERNATIVOS

El primer paciente de Armstrong fue el mismo. En 1915, contando con 34 años, acababa de estallar la Primera Guerra Mundial el año anterior, fue llamado a filas. Armstron, en el previo y preceptivo examen médico fue descartado al ser diagnosticado como “consuntivo” (tuberculosis), lo que posiblemente pudo salvarle la vida, dado que la Primera Guerra Mundial ha sido una de las más mortíferas..

Tras el diagnóstico y sitiándose enfermo se puso sucesivamente en manos de varios médicos, sin que su condición mejorara, todo lo contrario. Tras cerca de dos años de tratamientos ineficaces perdió la fe en la medicina convencional. Armstrong entonces decidió someterse a toda una serie de terapias alternativas y naturistas, sin conseguir nada más allá de algún alivio pasajero.

RECUERDOS DE INFANCIA Y ORINA

Sintiéndose cada vez más enfermo, le vinieron a la mente algunos recuerdos de infancia en los que sus padres trataban y curaban las enfermedades más comunes de personas y animales a base de orina.

PRIMERA INTUICIÓN SOBRE EL PODER DE REGENERACIÓN DE TEJIDOS DE LA ORINA

La primera vez que Armstrong tuvo la intuición de que la orina podría ser la clave para la regeneración de de órganos y tejidos le vino a la mente tras preguntar a uno de los médicos que le trataron que ¿Cómo podía saber por su orina que sus pulmones estaban siendo consumidos por la enfermedad?

A lo que el médico le respondió con una amplia sonrisa:

“Por la excreción anormalmente alta de urea y otras substancias nitrogenadas a través de su orina”.

Entonces Armstrong, volvió a preguntar al doctor, con toda inocencia:

“Si estoy perdiendo substancias vitales a través de la orina, ¿por qué no beber mi propia orina y devolver a mi cuerpo las substancias perdidas, para poder así reconstruir mis pulmones y demás tejidos dañados? “

A lo que el doctor replicó que el organismo no puede asimilar “materia muerta”.

Momento en el que Armstrong decidió dedicar su vida y esfuerzos a demostrar precisamente lo contrario;, esto es, que la orina es “materia viva”.

ARMSTRONG TOMA LAS RIENDAS DE SU SALUD

En un momento dado Armstrong decidió tomar las riendas de su salud. Dotado de una inteligencia y memoria excepcionales, en menos de dos años fue capaz de ponerse al día sobre conocimientos en materia médica “científica” convencional, así como en terapias alternativas y naturistas. Conocimientos que bien se reflejan en las muchas y rigurosas citas bibliográficas y referencias que hace en su libro El Agua de la Vida.

En cuanto a terapias tradicionales, sobre todo le llamaron poderosamente la atención dos farmacopeas todavía en uso en Europa hasta el siglo XIX:

The English Physician (versión de William Salomon) y One thousand notable things. En dichas tratados se hacían sorprendentes referencias al supuesto poder curativo de la orina, capaz, se aseguraba, de curar toda enfermedad. La orina, pues, se presentaba como un “Elixir de Vida”, una especie de “Piedra Filosofal” de la salud capaz de transmutar la enfermedad en salud y asegurar la longevidad.

Pero lo que de todas formas inspiró a Armstrong en la creación y desarrollo de la Terapia de Orina, fue una lectura e interpretación sui generis de dos textos bíblicos.

En efecto, después de haberlo probado y considerado todo, llegó un momento, en que sintiéndose cada vez más debilitado y enfermo, le vino a la mente un texto de Proverbios, que decía:

«Bebe el agua de tu propia cisterna” (Proverbios V, 15) lo que Armstrong interpretó como “bebe tu propia orina”.

En otro momento recordó otro texto, esta vez del Nuevo Testamento, que decía:

«Cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro.» (Mateo, VI, 17). Lo que interpretó como una invitación a darse friegas de orina sobre la piel, frotaciones o friegas que Armstrong consideraría como factor esencial e indisoluble de la Terapia de Orina.

En definitiva, la Terapia de la Orina consistiría en ayunos de orina y agua, acompañados de friegas de la misma orina sobre la piel.

Armstrong reconoce que su interpretación de los citados textos bíblicos pueda parecer carente de base, y que cada uno cree leer en la Biblia lo que quiere leer, sin embargo tal interpretación le inspiró y le llevó a actuar de acuerdo con dicha inspiración, lo que Armstrong considera supuso su salvación física.

Inspirado por su fe Armstrong llevó a cabo un ayuno ininterrumpido de cuarenta y cinco días, ayuno acompañado con friegas de su propia orina por todo el cuerpo.

Armstrong sobrellevó sin dificultad su prolongado ayuno de orina y agua, haciendo caso omiso de las advertencias de un doctor quien le había advertido que lo máximo que puede sobrevivir un hombre sin ingerir alimento eran once días .

Al final de su auto-tratamiento Armstrong se sentía “un hombre completamente nuevo», lleno de energía, aparentando tener 10 años de su edad (tenía a la sazón 36 años) y con una piel tersa como la de un niño.

Tres años más tarde, cómo resultado del éxito de su auto-curación, a partir de 1918, Armstrong establece su propia consulta privada y comienza a asesorar y a supervisor el ayuno de otros.

Prácticas médicas que se vio obligado a ejercer con total discreción, dado que sería ilegal pasar consulta sin ser médico. De todas formas, aún siendo médico, no le habría estado permitido aplicar o recomendar una terapia, como la de la orina, novedosa, “no avalada científicamente”. En 1944 Armstrong publica un libro que marcaría época: “El Agua de la Vida, tratado sobre terapia de orina”, que se convirtió en un documento fundacional del campo.

PROBAR QUE FUNCIONA, NO CÓMO FUNCIONA

Armstrong, con su libro, está fundamentalmente interesado en demostrar que la Terapia de Orina funciona, no cómo funciona. No obstante a través de su libro ofrece algunos indicios sobre posibles bases teóricas explicativas sobre su terapia.

Armstrong reconoce que aunque a través de su libro demuestra con creces la tremenda eficacia de la orina, sin embargo su modo de acción le resulta misterioso e inexplicable.

ORINA Y CÉLULAS MADRE

Armstrong se pregunta, por ejemplo, cómo era posible que la orina (las substancias que la componen), al ser ingerida por la boca y por la piel seleccione especialmente los órganos que necesitan ser reconstruidos.

En cuanto a posibles explicaciones científicas de la acción regenerativa de la orina, resulta que la medicina convencional ha revelado que la orina contiene células madres (procedentes de los riñones). siendo hoy en día la orina el mejor e inagotable recurso para obtención de células madres, que además se obtienen según sencillos procedimientos no invasivos.

Pues bien, la medicina convencional ha descubierto que las células madre, una vez puestas en el torrente sanguíneo, seleccionan de preferencia los tumores y tejidos dañados del cuerpo, regenerándolos. Dicha terapia con células madres se conoce como medicina regenerativa.

En suma, uno de los modos de acción de la orina estaría en una terapia regenerativa a base de células madres.

REGENERACIÓN DE TEJIDOS POR AMINOACIDOS Y SUBSTANCIAS NITROGENADAS

La orina contiene derivados del catabolismo de las proteínas, tales como la urea y compuestos nitrogenados. Dichas substancias al ser reincorporadas al organismo por la Terapia de la Orina, se comportan como “ladrillos terapéuticos” para reconstrucción de tejidos sanos, con independencia que dichos “ladrillos” hayan procedido de tejidos sanos o enfermos.

Armstrong describe los procesos de curación de los enfermos sometidos a la terapia de orina, constatando como invariablemente las heridas sanan con celeridad sin apenas dejar cicatrices, los pacientes ganan peso, les brilla la piel, se muestran animosos y eufóricos, se constata una rejuvenecimiento general de los pacientes quienes aparentan ser más jóvenes de lo que en realidad son.

EFECTO DE AUTO-VACUNA DE LA ORINA

La utilización de la orina por vía oral y por la piel, como auto vacunación no es más que una extensión de los métodos clásicos de vacunación desarrollados por Pasteur, por lo que a muchos médicos bien informados les resulta extraño que dicha procedimiento de auto-vacunación no haya sido utilizado de forma extensa y oficial por la medicina convencional, como una forma de tratamiento autógeno de una variedad de enfermedades infecciosas

La proximidad de la uretra al tubo digestivo (colon) hace que el tracto urinario está constantemente expuesto a infecciones por los microorganismos que colonizan el tracto gastrointestinal. El tracto urinario normalmente está bien preparado para resistir infecciones por dichos microorganismos.

La resistencia a las infecciones del sistema urinario se concreta en la uretra y la vejiga urinaria. La vejiga urinaria en conjunción con los anticuerpos generados en la orina representa una formidable barrera contra los microorganismos que intentan invadir el sistema urinario.

Los microorganismos que intentan invadir el sistema urinario atravesando la vejiga urinaria son son normalmente destruidos por el epitelio de la orina, antes que puedan llevarlo a cabo.

La orina por tanto contiene anticuerpos que están por así decirlo “fuera del resto del cuerpo”,, por lo que al ingerirse la orina a través de la boca y la piel, nuestro organismos tiene ocasión de darse por enterado de la invasión de cualquier tipo de patógeno, y así estimular una respuesta del sistema inmunitario.

EL MODELO DE RECICLAJE DE LA ORINA: EL RECICLAJE EN LA NATURALEZA

Armstrong deriva su teoría básica La Terapia de la Orina del modelo de reciclaje en la naturaleza y sugiere que el cuerpo debe conformarse a las leyes de la naturaleza.

La orina no es una substancia orgánica que deba perderse a través de la excreción, sino que debe recuperarse y reciclarse por el propio organismo, siguiendo el modelo de reciclaje observado en la naturaleza. Las hojas de los árboles al caer al suelo, con el tiempo se descomponen en elementos simples que luego son reabsorbidos por esos mismos árboles para formar nuevas hojas y frutos.

 

Un comentario en «¿Cómo es posible que la terapia de la orina no haya sido adoptada oficialmente por la medicina convencional?»

  • el octubre 19, 2021 a las 10:42 am
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    Hombre, pues es posible porque la «medicina oficial» está más interesada en mantener enfermos que en curar. Las farmacéuticas son el moderno Leviatán, o Hidra de siete cabezas, cuya justificación de existir es el poder por el poder. Siendo como son en ocasiones más poderosas que muchos estados, han extendido sus tentáculos por doquier, poniendo a sueldo a la clase médica, sanitaria y farmacéutica, y prometen acabar con todos nosotros, no sin antes sacarnos hasta el último euro con la intermediación de sus sicarios, hábilmente colocados en todos los gobiernos del planeta.

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