Formación de la orina en los riñones
Cada uno de los riñones está formado por aproximadamente un millón de unidades de filtración llamadas nefronas. Cada nefrona incluye un filtro, llamado glomérulo, y un túbulo.
Las nefronas funcionan a través de un proceso de dos pasos: el glomérulo filtra la sangre y el túbulo devuelve las sustancias necesarias a la sangre y elimina finalmente los desechos
La nefrona cumple la función básica del riñón, es decir, filtrar la sangre y formar la orina.
En el glomérulo renal tiene lugar la filtración del plasma sanguíneo, formándose la orina primaria. La composición de la orina primaria es igual que la del plasma sanguíneo, salvo la mayoría de las proteínas y macromoléculas de la sangre, las cuales no pasan el filtro glomerular.
La orina primaria, exenta de proteínas y macromoléculas, es la resultante del ultra filtrado del plasma sanguíneo.
Una vez formada, la orina primaria circula a lo largo de los túbulos recolectores o excretores de la orina. En los túbulos de la nefrona, muy vascularizados, tiene lugar un proceso de reabsorción o devolución a la sangre del 99% del agua y la mayor parte de los componentes filtrados que se encuentran disueltos en la orina primaria.
Como acabamos de decir, aproximadamente el 99% de la orina primaria es reabsorbida por la sangre.
Más adelante, desde los túbulos, se produce una secreción en sentido contrario, desde la sangre hacia la orina primaria. La sangre excreta a los túbulos las substancias que no pasaron el filtrado glomerular, tales como sustancias tóxicas, ácidos orgánicos y la mayor parte de la urea.
En suma, la orina primaria sufre un cambio radical en su composición según discurre por los túbulos recolectores. A través de los túbulos excretores circula el filtrado glomerular que se va concentrando hasta constituir lo que la medicina convencional denomina incorrectamente “orina final”.
Finalmente la orina ya formada al final de los túbulos colectores desemboca en los uréteres. Desde los uréteres la orina es llevada a la vejiga urinaria.
La medicina convencional llama “orina final” a la orina que finalmente es elaborada en los túbulos y que llega a la vejiga a través de los uréteres. “Orina final” que finalmente es excretada por la uretra.
Como señalamos en otro apartado es erróneo calificar de “orina final”, a la orina que llega a través de los uréteres a la vejiga. Proponemos denominar a la orina que sale de los riñones a través de los uréteres, “orina secundaria”, para distinguirla de la orina verdaderamente final, la cual es la que es excretada por la uretra tras haber sufrido una profunda transformación en su composición y propiedades mientras es almacenada en la vejiga.
El cambio de denominación de “orina final” a “orina secundaria” no es simplemente un cambio terminológico, sino que representa una propuesta de cambio conceptual y con consecuencias terapéuticas, como veremos en el apartado “Modo de acción de la Terapia de Orina o ayuno de orina”.